jueves, 21 de febrero de 2013

DIVERSITAT FAMILIAR.

Quan jo era xicoteta, recorde que a la meua classe tots els xiquets i xiquetes teníem una família nuclear formada per un pare, una mare i els nostres germans. A mesura que vàrem créixer, van aparéixer companys que tenien pares divorciats o separats, però eren molt pocs (en la meua classe només estava en aquesta situació una xiqueta i allò era vist com una situació extraordinària). Estava escolaritzada a un centre concertat i religiós i la gran majoria de les famílies tenien un nivell socioeconòmic mig i, a més a més, erem tots de nacionalitat espanyola. Amb tot açò vull dir que hi havia certa homogeneïtat i, encara que cada família és un món, hi havia poca diversitat en aquest sentit. Ara ja no.



Des de fa anys açò ha canviat i actualment a qualsevol centre públic ens trobem amb molta diversitat familiar. Les famílies dels xiquets al cole al que faig les pràctiques són molt diverses: famílies monoparentals, pares divorciats, famílies amb problemes econòmics, famílies més solvents, famílies en risc d'exclusió social, famílies de diferents cultures...  Amb tot açò, podem dir que cada xiquet o xiqueta de l'aula viu una realitat familiar diferent i que aquest fet es veu reflectit en la seua personalitat i condiciona la seua educació. 

Personalment, com a mestra en pràctiques he pogut assabentar-me d'algunes situacions familiars que viuen els xiquets de l'aula i és cert que, quan parlem del tema, entrem en un terreny molt complicat. Com que hi ha ambients familiars molt diferents, a l'aula s'ha de tindre en compte especialment el benestar físic i emocional dels xiquets que viuen a entorns inestables o amb algun tipus de problemàtica; a sovint, són xiquets que necessiten més recolzament afectiu (sentir-se importants, valorats...) i que ho mostren a la seua mestra i a mi reclamant la nostra atenció, per exemple. 

He de dir que com a mestra en pràctiques reconec que és molt difícil no implicar-se emocionalment amb els xiquets. Som molt joves, són les primeres experiències que tenim a l'escola i sobre tot tenim molta il·lusió i expectatives un poc idealitzades sobre l'ofici de mestra. Per això, és un tema en el que jo entenc que em sent un poc desanimada: pense en les situacions que viuen alguns xiquets a edats tan curtes i en les carències o frustracions que a vegades poden sentir i em produïx tristesa veure que moltes vegades des de l'escola no es pot fer gran cosa per a millorar en aquest aspecte la vida dels xiquets.


martes, 19 de febrero de 2013

LEER Y ESCRIBIR EN EI.


El método de lectoescritura que se utiliza en el centro es el de Letrilandia de Edelvives, aunque solo se utiliza como hilo conductor; es decir, los alumnos no han comprado los cuadernos y las actividades de lectoescritura no son las que las fichas de Letrilandia determinan, solamente la maestra utiliza las historias sobre el país de las letras como un elemento introductorio motivador.


Se trata de un método que es básicamente sintético (parte de las unidades más pequeñas) y fonético, y que empieza trabajando con el país de las mayúsculas para introducir progresivamente las letras minúsculas mediante pequeñas historias que cada maestra puede adaptar según las necesidades del aula o las motivaciones de los pequeños (en este caso hay que tener buena memoria porque si fantaseas demasiado, ¡luego tienes que recordar la historia!).

En el aula se han trabajado ya todas las vocales y unas cinco o seis consonantes, que están más o menos afianzadas. Sin embargo, me llama la atención la reticencia de los niños a leer y escribir en minúscula, lo que no sé si será algo generalizado o si en nuestra clase la motivación para la lectura y la escritura es baja. De cualquier forma parece que estas tareas no son bien acogidas.

El proceso de enseñanza-aprendizaje de la lectoescritura es lento, puesto que aglutina a su vez el desarrollo de varios procesos cognitivos: discriminación auditiva, discriminación visual, maduración de la motricidad fina, memoria... No es una tarea sencilla a estas edades, ya que se trata de una etapa en la que quizá no se cuenta con el desarrollo madurativo adecuado, de ahí que en el currículum del 2º ciclo de Educación Infantil no se señale como un objetivo el dominio de la lectura y la escritura, sino que se contempla su iniciación.

Sin embargo, debido a que los requerimientos sociales son cada vez mayores, los niños comienzan a leer y a escribir a edades muy tempranas. Y, en mi opinión, esta prisa por que los pequeños dominen de forma básica la lectura y la escritura antes de llegar a la Educación Primaria hace que se pierda en cierta manera la perspectiva. Considero que es muy importante aprender a valorar la lectura y la escritura antes de iniciarse en ella, proponer estas tareas como algo especial y con utilidad en la vida real (enfoque comunicativo) y, en este sentido, los métodos de las editoriales flojean. Por todo esto la maestra debe procurar aportar esa motivación tan necesaria. 

A menudo se echa en falta la motivación en las aulas y también el respeto hacia los ritmos de aprendizaje de cada niño, pues no todos están preparados para realizar los mismos aprendizajes al mismo tiempo.

lunes, 18 de febrero de 2013

RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS.


En este post me gustaría hablar sobre la resolución de conflictos en la escuela. 

Estoy realizando las prácticas escolares en un colegio de titularidad pública al que acuden niños de familias de distintas culturas y con un nivel socioeconómico por lo general bajo o medio. Además, el entorno social y cultural de los niños se caracteriza por ser poco estimulante.

En muchas ocasiones, cuando nos encontramos una descripción así, podemos pensar que los conflictos son más que cotidianos en la escuela, pero no es mi experiencia en este centro. Es verdad que en Educación Infantil los conflictos suelen ser menos y menos graves y que se responsabiliza a las familias de problemas como el absentismo escolar. 

Sin embargo, en Educación Primaria los conflictos suelen ir aumentando a medida que nos encontramos en niveles más altos. En esta etapa sí nos encontramos con conflictos en la escuela debido a conductas inadecuadas de los alumnos (peleas, consumo de tabaco y cannabis...) a las que podemos atribuir causas como modelos familiares inadecuados, la influencia del entorno, la escasa motivación, etc. 

Como decía, en Educación Infantil no nos encontramos con este tipo de problemáticas, puesto que a tan corta edad los conflictos se asocian con la naturaleza egocéntrica y a veces intolerante de los niños o con la actitud que los padres desarrollan hacia la educación o hacia la escuela (desvalorización de la educación, absentismo...). En este caso la comunicación y la reflexión con los pequeños y con los padres, además de tratar de contribuir a la concienciación de estos últimos, considero que es el camino idóneo para reducir los conflictos.

¿Cómo resolver los conflictos en la escuela?
En este centro, los conflictos no son demasiados y cuando se producen suelen ser protagonizados normalmente por los mismos alumnos. A pesar de que existe un Reglamento de Régimen Interno y un Plan de Convivencia, en situaciones que revisten gravedad (una agresión a un alumno o a un maestro, por ejemplo) es complicado establecer una corrección al alumno que sea efectiva y justa. 

Comentando este hecho con otros maestros, discutíamos acerca de la opción de la expulsión que se contempla en algunos centros docentes. Debo decir que en esta escuela la expulsión no es una opción, pero algunas de las personas con las que lo comentaba, sí estaban a favor de este tipo de medidas... A mí es una medida que no me gusta: el niño se queda en casa o pasa el día por la calle sin hacer nada, puede tomarlo incluso como un premio; el castigo no sirve para hacerle reflexionar sobre lo sucedido ni para solucionar el problema, si es que hay uno en concreto; es una forma de alejar al niño de la escuela, sin más.

Quizá se haya escrito mucho sobre el tema, pero la realidad es que cuando se presentan situaciones graves, tanto la dirección del centro como el profesorado cuentan con pocas herramientas para actuar.

jueves, 14 de febrero de 2013

EL COLE Y EL AULA DE 5 AÑOS.

Como decía el primer día, no me ha costado nada adaptarme estas dos semanas al cole, puesto que el curso pasado ya hice las prácticas allí. El trato con las maestras y con el resto del personal del centro fue muy bueno el año pasado y este año es mejor si cabe, ya que hay más confianza y yo me siento más a gusto: el centro y las personas para mí ya no son extraños, por lo que estoy más cómoda.

Por lo que he podido observar hasta ahora, este es un centro con personal docente y no docente muy bien avenido, con buen ambiente, y bastante comprometidos con la escuela pública.


En principio, iba a hacer las prácticas en otra clase, pero la maestra con la que hice prácticas el curso pasado me ofreció la posibilidad de repetir en la misma aula. Así que el curso pasado estuve en un aula de 4 años y esta vez estoy en un aula de 5 años, con la misma maestra y los mismos niños y niñas (con alguna excepción).

Sé que siempre es interesante realizar el Practicum en varios coles, ver distintas formas de funcionar, de trabajar... Pero las experiencias en las escuelas pueden variar mucho según el contexto en que se encuentren, la maestra con la que trabajemos... Personalmente estoy encantada de ver la evolución de los niños de la clase desde los 4 años a los 6 que están cumpliendo ya algunos de ellos y es una de las razones por las que me alegro de repetir cole.

¿Cómo es el aula de 5 años? Así es como yo lo veo...

  • El colegio en general es bastante multicultural y el aula de 5 años en la que yo estoy es un reflejo de ello. Debo añadir que el programa lingüístico del aula actualmente es el PIP, lo que supone un mayor número de inmigrantes matriculados. A pesar de que muchos de los niños son ya nacidos en España, en el aula contamos con niños y niñas de distintas nacionalidades y culturas: españoles, gitanos, marroquís, del este de Europa...
  • Por otro lado, hay mayoría de chicos, casi el doble que chicas, y son chicos participativos, animados, movidos... y alguna que otra chica también lo es, por lo que en el aula hay muchísimo movimiento y muchas veces cuesta mantener el orden. 
  • Muchos niños y niñas en esta clase tienen caracteres fuertes (decisión, aplomo, firmeza) pero a la vez son muy cariñosos con los demás (aunque inevitablemente está presente el egocentrismo propio de la edad).
  • Muchos niños y niñas muestran ganas de aprender y algunos han dado un gran salto evolutivo desde los 4 años, aunque en otros el ritmo madurativo es más lento. Poco a poco.


En definitiva, el balance de estas dos primeras semanas es muy positivo. Creo que estoy más integrada en el centro por el hecho de que me encuentro más a gusto y estar en este aula con niños casi de primaria (como les solemos decir) me va a dar muchas oportunidades de aprender y de reflexionar sobre la actividad docente y la vida en la escuela.